Suspenso en Educación Sexual

La Educación Sexual es una asignatura pendiente, si la recibiéramos todas/os viviríamos la sexualidad de una forma más abierta, natural y sobretodo más placentera.

Esto es lo que he escrito para publicar en facebook un artículo sobre la educación sexual en Holanda, que me ha resultado interesante.

Y es que todavía recuerdo el ansiado tema 5 de Ciencias Naturales de 5º de EGB; La Reproducción Humana. Recuerdo las risitas en clase, la vergüenza que nos daba y la curiosidad que a la vez sentíamos. En el libro estaba todo muy claro; los espermatozoides, la ovulación, la fecundación, el feto… Incluso teníamos dos esquemas ilustrados del aparato reproductor masculino y femenino. Pero, ¿dónde dejaron: la excitación, el placer, la lubricación, la erección, el orgasmo? En definitiva todo lo imprescindible para que todo lo anterior ocurra. ¿Cómo puedes explicar la reproducción humana sin hacer referencia a todo ello? ¿A quién se le ocurrió la brillante idea? ¿Cómo se pueden separar dos cosas que van de la mano?

Es obvio que en aquel dibujo de la vagina el clítoris no estaba por ningún lado, ni siquiera se molestaron en dibujarlo, pero esta claro que no resulta imprescindible para la reproducción humana y resulta prescindible…

Al cabo de nuestras vidas el 80% o 90% de nuestros encuentros sexuales, no han tenido fines reproductivos, son por placer ¿y los obviamos? Representan una parte muy importante de nuestras vidas, nos proporcionan placer, seguridad en nosotros mismos, amor, diversión, frustración a veces, estabilidad emocional, a veces nos generan dudas, ansiedad.

El sexo es la magia de mostrarte ante otra persona sin tapujos, de entregarte, de sentir la química que surge entre dos personas y la culminación del deseo, la capacidad de dar placer y obtenerlo.

Qué decir ya de la masturbación y la posibilidad de conocerse mejor a uno mismo, de descubrir tu cuerpo, de esto; ¡ni rastro desde luego!

Educación sexual se resumía a: usa preservativo. Es una parte importante no lo niego pero te enfrentas a tus primeros encuentros sexuales sin saber ni siquiera que es una erección (en el caso de las chicas), con tantas dudas y desconocimiento… Vengo de una generación en la que nuestros padres habían vivido este tema como un tabú y supongo que no supieron abordarlo, así que por vergüenza también lo obviaron. Escuchabas de tus amigas toda clase de historias, unas ciertas, otras falsas que hacen que tus primeros encuentros aunque entrañables no cumplan tus expectativas.

Tuve suerte de tener dos hermanas mayores con las que podía hablar de cualquier cosa, les podía preguntar y abiertamente me contaban sus experiencias, entre risas y de forma distendida resolvían mis dudas. Les agradezco su paciencia y su buen hacer.

También recuerdo el programa de radio «¿en tu casa o en la mía?» Del que estaba al frente la sexóloga Lorena Berdún, que también editó un libro que todavía conservo en mi estantería y el cuál me resulto de mucha utilidad.

A pesar de todo y después de años de experiencias sexuales, todavía tenemos un gran desconocimiento sobre nuestra sexualidad y seguimos creyendo en mitos inciertos. El sexo sigue siendo un tema tabú y que no solemos tratar con la naturalidad que merece.

Han pasado 22 años desde que me encontraba sentada en mi pupitre abordando el tema de la reproducción humana. Hemos avanzado mucho, en muchos aspectos, la tecnología va velocidad de vértigo. Mi cámara de fotos se queda obsoleta en un año, ¡mi móvil también! Hemos pasado del teléfono fijo inalámbrico, a los móviles y de estos a los smartphones. Tenemos internet, televisión digital, fotografía digital, hemos cambiado los carretes de fotos por tarjetas SD. Hemos pasado de escuchar discos de vinilo a tener nuestra música en mp3, de escucharla en un walkman con cintas de radiocasete a reproducirla en un dispositivo portátil, y observo con indignación e incredulidad que seguimos dándole la espalda a la educación sexual, que desde mi punto de vista debería formar parte de nuestra educación académica. Por otro lado hablando de sexo todas/os podemos aprender y es la mejor forma de saber si eso que te preocupa le pasa también a algún amiga/o tuya/o y quizás te ayude a resolverlo. Piensa que en cualquier momento de tu vida puedes aprender sobre tu sexualidad y poder disfrutarla de una forma más plena. Hablar de sexo puede aportar mucho a las personas que te rodean y puede ayudarte a descubrir y probar cosas nuevas, algunas te gustarán, otras quizás no pero seguro que merece la pena. ¿Te atreves?

Esta claro que la Educación sexual es la asignatura pendiente de nuestra sociedad.

 

 

Mi querido Amazon

Fue ya hace unos años, concretamente en las navidades del 2011, cuando empecé mi relación con Amazon España. Anteriormente ya había coqueteado con Amazon.com comprando libros técnicos de informática.

Se puede decir que la relación ha ido mejorando sin signo alguno de disentimiento. Casi desde el principio me hice Amazon premium, por lo que además realizar pedidos personales me acabé convirtiendo en una especie de hub para amigos y allegados.

Si tuviera que describir mi experiencia como cliente de Amazon, sólo podría alabar su profesionalidad, tanto en la preparación de los envíos, el tiempo de entrega, así como en la forma en que han resuelto las incidencias.

Pero sí todo son halagos que hago escribiendo esta entrada, ¿no? Bien, vamos a remover conciencias y así os hago participes de mi sentimiento de culpa. Ya hace bastante tiempo que al dar al botón ‘Tramitar pedido’ un malestar me invade. El motivo de fondo es el modelo de sociedad que estamos creando. Al comprar en empresas como Amazon acabamos enriqueciendo a una multinacional, no exenta de mérito, todo lo contrario. El problema es lo que se queda aquí en España. No voy a negar que alrededor de amazon hay negocio local. Seguramente empresas de transporte, incluyendo Correos, han mejorado su cuenta de resultados. No son menos importante los puestos de trabajo que habrá creado amazon en España. No tengo datos sobre la cantidad, pero me puedo imaginar la calidad. Seguramente la mayoría de ellos acaben haciendo las veces de almacenistas o algún que otro manager de bultos… mileuristas en su mayoría, si es que llegan. En resumen, trabajo precario.

Creo que en la sociedad globalizada de hoy en día deberíamos potenciar los negocios locales porque sino acabaremos siendo peones de la multinacional americana o china de turno en un futuro no muy lejano.

El segundo motivo que me hace cuestionarme el hecho de comprar en Amazon es el tratamiento fiscal que hacemos a estas multinacionales. ¿Como podemos permitir que Amazon y bastantes mas empresas (Google, Apple, etc) no declaren prácticamente beneficios en España y acaben tributando en Luxemburgo?

La Directiva 2008/8/CE da un paso acertado en cuanto al tratamiento del IVA para las compras online. Es cierto que los consumidores nos veremos perjudicados porque acabaremos pagando mas por productos que nos vendían empresas con domicilio fiscal en países como Luxemburgo, pero creo que es el camino para los impuestos se acaben pagando en el país donde una empresa genera el negocio.

No sé si dejaré de comprar en Amazon, seguramente me será difícil pero no dejaré de tratar de concienciar a compañeros y amigos cada vez que el logotipo de Amazon aparezca en un paquete que llega a la oficina 🙂

Hasta los groupones

Hace tiempo que me suscribí a groupon y mi afición a este portal de ofertas ha ido decreciendo con el tiempo. Estaba un día cenando en el desaparecido restaurante Kanpai, el cual frecuentaba con asiduidad, cuando me fijé que en otra mesa tenían un descuento del 20% en la carta. No tarde mucho en indagardóndee habían conseguido ese descuento y descubrí Groupon.

Desde entonces habré comprado unos diez cupones. Mi grado de satisfacción nunca ha sido muy alto. Mi primer cupón fue una auténtica decepción. Vi una oferta en un restaurante de cocina creativa llamado ‘El Druida’. Por el nombre pensé que era un pequeño restaurante al que había ido un par de ocasiones llamado Druida. Sin embargo el cupón era para la cervecería el druida. Tal como se anunciaba el cupón, por la descripción de los platos, el nombre, la tipografía elegida, te hacía pensar que el cupón era para el restaurante Druida. Pagabas 45€ por un cupón cuyo valor real era de 98€. Este precio tiene sentido en restaurante Druida, pero nunca en una cervecería con menú del día.

Después de mucho pelear con Groupon conseguí que me devolvieran el dinero en forma de crédito en mi cuenta de groupon. En ese momento debería haberme olvidado de está web de ofertas, pero como buen español me seguí dejando llevar por los ‘duros a cuatro pesetas’.

Cuando reservas con un cupón sueles tener dos problemas típicos. El primero es que el cupo de reservas para cupones está limitado y acabas teniendo que reservar con una semana de antelación, incluso cuando el restaurante en cuestión no está completo. La segunda es el trato que recibes. Parece que los clientes que venimos de groupon son clientes de segunda. No entiendo muy bien esta actitud pues yo esperaría que usaran groupon como un reclamo. Si consiguen que el cliente tenga una buena experiencia seguramente repetirá en un futuro.

En fin, todavía no he borrado mi cuenta en groupon, pero lo primero que hago cada mañana es borrar todos los mensajes de este portal sin mirar su contenido…

Hipocresia sobre los articulos chinos

De vez en cuando tengo la oportunidad de leer en algún blog comentarios sobre trabajadores chinos que trabajan catorce horas diarias. Con estos comentarios se intenta echar por tierra a empresas multinacionales.

Desde luego que no estoy de acuerdo con las condiciones laborales de esta gente, todo lo contrario. Lo que veo es mucha hipocresía. Hoy en día un tanto por ciento muy alto de los productos que consumimos vienen de China o de la India. La fábrica del mundo ya no está en occidente. El problema es que esto es una tendencia. Todas las empresas mueven, en la medida de sus posibilidades, su producción a china. Fijaté bien y te darás cuenta de que muchos de los objetos que usas habitualmente están fabricados en China o en la India, no sólo los juguetes que regala McDonald’s.